Muchas veces se nos dice que si no tratamos como sabremos que realmente funciona. Tiempos atrás la respuesta era automática por el miedo a los desconocido ¡No! Gracias, ni siquiera titubeaba, era instantáneo como si en realidad supiera a lo que me enfrentaría con una respuesta afirmativa.
Poco tiempo después necesitaba ese empuje de adrenalina de atreverme a correr aquel riesgo de decir ¡Si, Claro!
Y como si el destino me desafiara ahí estaba ante mi de nuevo aquel viejo reto que por temor no había accedido realizarlo. Ensaye varias veces convicción la respuesta atoraba mi garganta cuantas veces pudiera antes de aquel inminente evento.
1,2,3 Probando cof cof cof agarra valor decía en mis adentros, mis manos sudaban, estaba tan ansiosa, mis piernas flaqueaban, como que el pensamiento se dispersaba y no podía mantenerme en calma y concentrada. Pero ya estaba decidida a dar ese paso.
La hora llegó y como tipo película todo a mi alrededor estaba como en cámara lenta, es ahora o nunca el reto finalmente ante mis ojos... Ahí estaba reluciente con una presentación que nadie se le había negado (excepto yo, hace tiempo atrás).
Llegó el caballero y amablemente me hizo la pregunta por la cual había ensayado tanto. Titubee un poco, mi garganta al principio no emitía ningún sonido, pero me di fuerza y salio aquella frase por fin ¡Si, claro!
Y el caballero coloco aquel plato que siempre había rehusado comer desde que tengo memoria el plato de verduras! jajajaaja, años que rehusaba probar .
Al probarlo me di cuenta cuanto tiempo había desperdiciado por el temor de probar algo nuevo o el miedo a lo desconocido, aquel suculento sabor tanto tiempo le había dicho que NO por el simplemente miedo a atreverme a lo NUEVO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario